En nuestra vida necesitamos sentir confianza en Dios, y especialmente, confianza en nosotros mismos. Y aunque a veces, parezca que esta confianza nos falta y las cosas parezcan difíciles y complicadas, nos bastará alzar la mirada al cielo y recordar que el poder supremo cuida de nosotros, como de todo el Universo. Esto nos dará la confianza de que es bueno todo cuanto hay en nosotros, lo mismo que todo es bueno en el mundo.

La confianza es amarte a ti mismo, amar a Dios; es estar convencido que siempre tenemos una Asistencia Divina, para ayudarnos en todo momento. La confianza en Dios tiene su recompensa. Confiar en Dios es estar totalmente seguro de que uno va a recibir lo que espera, es sinónimo de Fe.

PENSAMIENTO CENTRAL DEL DÍA: 

La confianza es una emoción positiva. Está muy ligada a la felicidad, produce efectos similares en nuestro cuerpo. La confianza es la base en la que construimos nuestras relaciones, ya que si no confiamos en la otra persona, no podemos establecer una amistad. Si logramos ser sinceros y creíbles para los demás, ellos serán igual con nosotros, ese es el concepto de reciprocidad y conseguiremos una mayor confianza. También es importante generar la confianza en nosotros mismos, la autoconfianza.

La confianza y autoconfianza es fundamental para tener una buena comunicación a nivel interpersonal. Necesitamos sentirnos seguros en lo que pensamos, sentimos y hacemos para poder tener poder de convencimiento y exponer con seguridad nuestras ideas. Además, es necesario confiar en las personas más cercanas a nosotros, abrirnos y hablarles sobre nuestras emociones y sentimientos, pues nos sentiremos más confiados con nosotros mismos, nos sentiremos valorados y obtendremos un conocimiento más profundo de nosotros mismos. El confiar en nosotros mismos es necesario para poder comunicarnos con los que nos rodean independientemente del entorno.